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Geografía:

Zugarramurdi forma junto con Urdazubi-Urdax, Sara y Ainhoa la comarca transfronteriza de Xareta.

Este municipio limita al Norte con Francia, al Este con Baztan y Urdazubi y al Sur y Oeste con Baztan. Su superficie total es de 5,6 km² y la superficie urbana, de 67.033 m², la forman las calles Basaburua, Beitikokarrika, Karrikamakur y Lapiztegia.

Naturaleza:

Zugarramurdi está situado bajo los montes Arleun, Loiara, Aizparaz, Urbiako Lepoa, Mendibil, Antzuita, Ibañetako lepoa, Atxuria o Astobizkar entre otros. Ubicado en la zona conocida como Los Pirineos Atlánticos, el paisaje ofrece el el verdor de los prados, y la gama de verdes, ocres y rojizos de los bosques de hayas y helechos. Muchos son lo que se acercan a contemplar estos lienzos vivos en otoño.

Dentro de los recursos naturales de Zugarramurdi, cabe mencionar el que le ha hecho ser conocido universalmente: «Sorginen Leizea» o La cueva de las Brujas.

«Sorginen Leizea» constituye un impresionante complejo cárstico superficial situado a menos de medio kilómetro de distancia del casco urbano de Zugarramurdi en dirección oeste, en el antiguo camino Zugarramurdi-Sara, que lo atraviesa parcialmente. La cavidad principal fue horadada por una corriente de agua, aún caudalosa en la actualidad, denominada la Regata del Infierno o «Infernuko Errota» que la atraviesa conformándola como un amplio túnel cuyo eje se orienta de noeste a suroeste, alcanzando una longitud de 120 metros, y una amplitud de 22 a 26 metros en su extremo oriental y unos 12 metros en su salida o boca occidental, así como una altura media de 10 a 12 metros. El conjunto se completa con dos galerías más altas, de orientación similar a la galería principal, que se abren a la misma.

El nombre de este conjunto cárstico hace mención a las celebraciones paganas que tenían lugar en algunas de sus salas en la antigüedad y que, en el Proceso Inquisitorial de 1609 a 1614, fueron presentadas como prueba evidente de que en Zugarramurdi se desarrollaban actos donde se ejercía la brujería.

Historia:

Gran parte de los visitantes llegan a Zugarramurdi atraídos por las historias y leyendas que han ido surgiendo en torno al proceso inquisitorial de 1610. El origen de este dantesco episodio de la historia de Zugarramurdi hay que situarlo en el relato de una joven de la localidad acerca de sus sueños en los que aseguraba haber volado y haber visto a varias personas del pueblo participando en Akelarres.

Inicialmente el episodio se habría resuelto con la intervención del párroco, quien habría requerido a los culpables que descargasen sus conciencias, pero posteriormente intervino la Santa Inquisición, seguramente avisada por el abad del Monasterio de Urdax. Como resultado de la intervención de los inquisidores fueron encausadas 53 personas que fueron llevadas a Logroño, de ellas 6 murieron en el camino o en las cárceles. El 6 de marzo de 1610 se celebró el Auto de Fe y como resultado del mismo 21 arrestados fueron acusados de delitos menores, 21 perdonados y 11 condenados a la hoguera (6 en persona y 5 en efigie junto a sus restos mortales), habiendo sido quemados el domingo 7 de marzo de 1610.

Zugarramurdi no es el único pueblo de Navarra al que afectó esta fiebre brujeril. Existen documentos que prueban las vivencias de episodios similares en al menos 64 localidades más. Pero Zugarramurdi, por la dimensión social que tuvo a nivel Europeo aquel Auto de Fé de 1610, se ha ganado el popular sobrenombre de «Pueblo de las Brujas».

Con la intención de dar a conocer lo que sucedió en Zugarramurdi y su entorno a principios del XVII, esta localidad navarra ha rehabilitado su viejo hospital, situado en el mismo pueblo en la salida hacia las cuevas, para instalar en él el Museo de las Brujas de Zugarramurdi.

Este espacio museístico inaugurado en julio 2007 quiere ser un lugar donde perpetuar la memoria histórica y mostrar al visitante cómo era la vida cotidiana de aquellas gentes. Un homenaje a las personas, hombres y mujeres, que fueron víctimas de una situación social trasnochada, de una ola de pánico brujeril, y de una Inquisición que necesitaba imponer su autoridad. Un espacio de duelo y recuerdo, un lugar donde contar interesantes historias, en su contexto, con sus matices de luz y oscurantismo, de forma rigurosa pero también amena y apasionante. Rompiendo con la imagen folklórica de las brujas, se quiere dar paso a esa otra realidad de unas mujeres y unos hombres acusados de cosas inverosímiles, envueltos en relatos fantasiosos, y finalmente quemados en una hoguera.

Detrás de todo esto, existe también todo un mundo de leyenda y de mitología, con Mari y Aker como protagonistas; en un contexto de fiestas y de ritos paganos; con una práctica arraigada de la medicina popular.

Trabajos de investigación como los de Florencio Idoate, el aita Barandiarán, Julio Caro Baroja, Gustav Heninngsen, José Dueso, J. Paul Arzac y Koro Irazoki, entre otros, sirven de base a este proyecto que aúna la necesidad de proteger su patrimonio y la explotación de un atractivo recurso turístico.

Rutas:

Zugarramurdi es un municipio enmarcado dentro de la «Ruta de la Brujería» y en la «Ruta del Carlismo».

Ruta de la Brujería

Ruta del Carlismo

Arte:

A la entrada del pueblo, en la misma plaza, llama la atención la Iglesia y la casa dutaria, levantadas por la familia Dutari. En el camino que lleva a las cuevas se encuentra también otro legado de la misma familia: el edificio del antiguo hospital. Durante el trayecto, se puede contemplar la variedad de antiguas casas, entre las que destacan las habitadas hace 400 años por las «brujas».

Proponemos el siguiente recorrido:

  1. Parroquia de la Asunción. Edificio de finales del siglo XVIII que se construyó en el mismo emplazamiento de la antigua iglesia. Las obras de ejecución material terminaron en 1784, pero en 1793 el edificio tuvo que ser reconstruido en parte debido a los daños causados durante la invasión de las tropas francesas con motivo de la Guerra de la Convención. La siguiente reforma significativa tuvo lugar en 1957 con la ampliación del coro.
    El exterior del edificio destaca por su volumen, su claridad compositiva, por los muros enlucidos, que contrastan con el sillar de piedra roja del zócalo y las cadenas de las esquinas, y por la torre adosada al muro hastial.
  2. Casa parroquial. Se encuentra ubicada en las proximidades de la iglesia y en la fachada principal aparece la fecha de su construcción, 1725. Entre las dos ventanas del piso intermedio se inscribe un escudo con capelo de abad que en su campo presenta un bastón de mando y una luna creciente invertida, armas que se corresponden con la villa de Urdazubi/Urdax.
  3. Palacio Dutaria. Edificio construido en la segunda mitad del siglo XVIII y de similares características a algunas de las casas de Urdazubi/Urdax. De forma cuadrangular y paredes enlucidas destaca por el color rojizo de la piedra de las esquinas, ventanas, y balcones. En todas las fachadas la división entre los pisos aparece perfectamente definida mediante impostas lisas, en la principal además se ha potenciado la parte central, que aparece retranqueada, por la configuración de los vanos de los diferentes pisos, en la planta baja se abre la puerta adintelada de ingreso, en el primer piso se abre un balcón entre pilastras rematado con un frontón de forma triangular, en el segundo otro balcón con frontón curvo y en el ático una ventana que coincide con el apuntamiento del tejado. Por último, hay que mencionar que a los lados del balcón central del primer piso aparecen empotrados dos blasones barrocos.
  4. Casa Etxenikea. Se encuentra junto al palacio Dutaria y destaca por su despliegue horizontal. Se trata de un edificio que responde articula en dos niveles y ático rematado por una cubierta a doble vertiente. En el dintel de la puerta de acceso aparece la siguiente inscripción: ES REDIFICADA EL AÑO DE 1823.
  5. Casa Dolarea. Se encuentra a pocos metros de la plaza del pueblo y constituye un buen ejemplo de arquitectura popular, donde destaca un escudo de piedra con yelmo por timbre y decoración vegetal en cuyo campo, además del ajedrezado propio de la localidad aparecen las armas de Gipuzkoa, el rey de armas sentado con una espada en la mano derecha, doce cañones y tres cipreses.
  6. Casa Barrenetxea. Situada en Beitiko Karrika presenta sobre el balcón central un escudo con yelmo por timbre y campo jaquelado, con la inscripción: AÑO DE 1668.
  7. Casa Etxeberria. Se localiza frente a la anterior y se distingue por su puerta adintelada entre dos ventanas, además en el piso superior cuenta con cuatro ventanas entre las que figura un escudo con campo ajedrezado.
  8. Casa Teiletxea. Cerca de la anterior se caracteriza por su gorape y los dos contrafuertes de los extremos.
  9. Casa Beretxea. Uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil de Zugarramurdi destaca por el desarrollo de su fachada principal organizada en tres niveles y ático, los dos últimos con entramado de madera. En la planta baja se abre una doble gorape sobre el pilar central, en el primer piso cuatro huecos y en el segundo un balcón corrida de madera, también en el ático aparece un balcón más pequeño. Por último, indicar que entre las ventanas centrales del primer piso aparece un escudo con yelmo por timbre y un angelito flanqueado por niños, en el campo aparece labrado el ajedrezado característico de la localidad.
  10. Casa Oieregia. Se ubica frente a la anterior y se identifica por su fachada asimétrica con gorape en la parte inferior. En la ventana central del primer piso aparece la fecha de 1718. La cubierta a dos aguas tiene más desarrollo en un lado que en el otro, quedando el lado más corto delimitado por un contrafuerte.
  11. Antiguo Hospital. Edificio de 1788 mandado construir por Sor Joaquina Benita de la Cruz. En 1793 fue pasto de las llamas y no se reconstruyó hasta 1830. Se trata de un bloque cúbico de muros enlucidos y cubierta a cuatro aguas que el Ayuntamiento de Zugarramurdi ha rehabilitado para ubicar en él una exposición permanente acerca de la brujería, además de dotarle de distintos servicios dirigidos tanto a la población local como a los visitantes.

Fiestas:

  • Fiestas patronales: Se celebran del 14 al 18 de Agosto en honor a Nuestra Señora de la Asunción.
  • Zikiro-yate: Comida popular que se celebra en las cuevas de Zugarramurdi el 18 de agosto. En su preparación colaboran todos los habitantes del pueblo, para disfrute de la propia población local y de cuantos quieran sumarse.
  • Refeta: El segundo domingo después de fiestas se celebra un zikiro-yate para la gente del pueblo. Es uno de los días más entrañables para todos los zugarramurdiarras, ya que se aprovecha para saludarse, comer, beber y bailar juntos.

Idioma:

Se habla el euskera en dialecto labortano, como en Sara, Ainhoa y Urdazubi-Urdax.

Gastronomía:

Entre los productos de más tradición en la zona, cabe destacar el cordero asado, la chuleta de ternera, los hongos y setas en temporada, así como carnes de caza. También pueden degustarse platos de derivados del pato y como postre, quesos y cuajadas de elaboración casera.